El contratenor Carlos Mena junto al Ricercar Consort bajo la batuta de Philippe Pierlot, interpreta el “Alma Redemptoris Mater”, una cantata en forma de motete para voz sola de contralto, dos violas de gamba y bajo continuo; fue estrenado en Viena en 1713. Puede considerarse casi emparentado con el famoso «Jubilate Domino» de Buxtehude.
El contratenor Carlos Mena junto al barítono Jose Manuel Díaz participaron el pasado 9 de septiembre en el Festival Otoño Musical Soriano en la emblemática composición de C. Orff , Carmina Burana. La dirección musical corrió a cargo de Javier Corcuera. Noche de éxito y para el recuerdo.
El vitoriano Carlos Mena es no sólo uno de los mayores contratenores de nuestros días (y de siempre), sino que en la música religiosa prácticamente no tiene rival. Lo demostró con el “Stabat Mater” de Vivaldi (que acaba de grabar, con clamoroso éxito fuera de nuestro país), interpretado con una delicadeza, un refinamiento en el fraseo y una profundidad expresiva extraordinarios.
Interpretación extasiante, absolutamente conmovedora, con un acompañamiento que tal vez empezó y terminó un poco más fuerte de lo deseable, pero que fue un prodigio de matiz y de respiración con el solista. En la segunda parte, con arias operísticas de Haendel, Mena mostró un dominio exquisito del canto legato y de los matices más minúsculos de articulación, en especial en un “Ombra cara” de Radamisto cantado con una sensibilidad y una emoción siempre a flor de piel. Algo más terrenales resultaron las dos arias de bravura, muy bien dichas y ajustadas a estilo, pero con algún pequeño problema en los pasajes melismáticos más comprometidos
La voz de Carlos Mena se elevó límpida, cristalima, celestial, transmitiendo una sensación de irrealidad casi mística desde el inicial “Alma redemptoris Mater” que abría literalmente “la puerta accesible del cielo” (coeli porta manes). Acercarse a Tomás Luis de Victoria, con un canto tan inmaculado e inteligente como el que despliega el contratenor vitoriano, es un regalo impagable. La misma sensación se había producido unos meses antes en Madrid, cuando su Vivaldi flotó en el Teatro Real iluminado por la coreografía de Nacho Duato. Pero el recogimiento del convento de las Trinitarias hacía intuir otro tipo de experiencia, casi extra musical.
Los arreglos de vihuela o laúd favorecían un estilo de comunicación sencillo , sin afectación, sin grandilocuencia. Juan Carlos Rivera acompañaba con sutileza, con una naturalidad de mucha paz, y Carlos Mena potenciaba una dicción ejemplar en la elaboración del canto.
Carlos Mena resultó ser un verdadero serafín digno de figurar entre los espíritus que forman el primer coro de Dios. La afinación es impecable, la voz bellísima, la emisión siempre limpia y perfectamente controlada, la proyección, notabilísima, y no hay cambios de color en toda la extensión de su amplio registro. Posee una voz de contra tenor de primerísima categoría enriquecida por una musicalidad exquisita y un conocimiento cabal de las obras.
Nacido en Vitoria-Gasteiz, se forma en la Schola Cantorum Basiliensis de Basilea, Suiza, con sus maestros Richard Levitt y René Jacobs.
Su intensa actividad concertística le lleva a las salas más prestigiosas del mundo como: Konzerthaus de Viena, Teatro Colón Buenos Aires, Alice Tully Hall del MET de Nueva York, Kennedy Center de Washington, Fisher Hall de Detroit, Suntory Hall y Opera City Hall en Tokyo, Osaka Symphony Hall, Sydney Opera House, Concert Hall de Melbourne…
Ha interpretado la ópera “Radamisto” de Händel (rol de Radamisto) en la Felsenreitschule de Salzburgo, en la Dortmund Konzerthaus, en la Musikverein de Viena y en la Concertgebouw de Ámsterdam, en producción del Festival de Salzburgo, dirigido por M. Haselböck y H. Grazer.
Otras interpretaciones suyas son “Orfeo” de Monteverdi (Speranza) en la Festwoche de Innsbruck y en la Staatsoper de Berlin bajo la dirección de R. Jacobs/B. Kosky, “Il Trionfo” de Händel (rol Disinganno) en la Grosses Festspielhaus de Salzburgo y “Europera 5” de J. Cage en el Festival de Flandes. En el 2005 y 2006 canta Oberon en “A Midsummer Night’s Dream” de Britten en el Teatro Real de Madrid dirigido por I. Marin y de P.L. Pizzi , Ascanio de “Ascanio in Alba” de Mozart en el Barbican Center de Londres y Tamerlano de “Bajazet” de Vivaldi en Bilbao ambas con Europa Galante dirigidas por F. Biondi.
En el 2007 estrenó “Viaje a Simorgh” de Sanchez-Verdú en el Teatro Real de Madrid y en el 2008 “Apollo” en Death in Venice de Britten en el Liceu de Barcelona.
De sus recitales grabados destacan “De Aeternitate” (Mirare) premiado con el Diapasón de Oro del año 2002 como mejor recital barroco y “Et Jesum” (Harmonia Mundi) premiado con el “CD Compact” al mejor disco de Renacimiento del año 2004 , “Stabat Mater”-Vivaldi (Mirare), “La Cantada española en América” (HM) con Al Ayre Español, “Actus Tragicus” (Mirare), “Silva de Sirenas” (HM),“Stabat Mater”-Pergolesi (Mirare) y “Paisajes del Recuerdo” (HM) que han recibido numerosos premios como “Internet Classical Award 2004”, “Editor’s Choice” de Gramophon, “10” de Repertoire, “Choc” de Le Monde o Excepcional de Scherzo.
Se interesa por otros repertorios como el lied y la música contemporánea interpretando obras de Schumann, Schubert, Listz, Orff, Vaughn Williams, Benjamin, Isasi, etc… Ha colaborado con la Compañía Nacional de Danza en varias ocasiones destacando el recital de obras de Vivaldi en la coreografía de Nacho Duato “Castrato” en el Teatro Real de Madrid.
Entre sus próximos proyectos destacan el estreno mundial de “El Libro del Frío” de Sánchez-Verdú en el FIOCLE de León, “El libro de las horas” de Sánchez Verdú en el Festival de Granada, Mesías de Haendel con la NSO en Washington y recitales en Japon y Brasil con Ricercar Consort.